Es que el sábado pasado comenzó por fin la primavera y con ella han llegado los caracoles, las flores, el calor y ¡cuidado! las alergias. Los niños jugamos en la calle porque los días son más largos, pronto abrirán las piscinas, la gente se irá a la playa los fines de semana y Córdoba se ha llenado de naranjos en flor. Pero, ¿no habéis notado que está todo el mundo más nervioso?
Debe ser cierto que "la primavera, la sangre altera..."